Hoy quiero hablarle de uno
de los órganos más maravillosos con los que cuenta el ser humano, y,
curiosamente, es del cual depende el alcance de sus objetivos en la vida: El
cerebro. Se ha demostrado que el cerebro y la médula espinal constituyen el Sistema
Nervioso Central, en donde el cerebro pesa sólo el dos por ciento del peso
total del cuerpo, consume el veinte por ciento de la energía de éste, presenta
dos lados o lóbulos (derecho e izquierdo) y funciona con diez millones de
neuronas excitadoras e inhibidoras.
No fue sino hasta mediados
del siglo XIX que los neurólogos Paul Broca y Carl Wernicke pudieron afirmar
que cada hemisferio cerebral tiene una función distinta del otro. Llegaron a
esta conclusión a través de la observación de lesiones cerebrales. Pacientes
con lesiones en el hemisferio izquierdo reportaban graves problemas de
lenguaje. Y los pacientes con lesiones en el hemisferio derecho les provocaba
una disminución en la visión. Muchos años después otros científicos realizaron
pruebas con pacientes que habían sufrido un seccionamiento del cuerpo calloso,
que es lo que une a los dos hemisferios. De esta manera, cada hemisferio
trabaja sin la interferencia del otro y pudieron con mayor exactitud conocer
las funciones de cada hemisferio.
Después de los 80’s,
siguieron otras investigaciones importantes, gracias a la cámara de positrones
que permitía rectificar los datos sobre el desempeño de cada hemisferio en
personas sanas.
Hoy en día sabemos que los
dos hemisferios funcionan tanto conjuntamente como aisladamente. En ocasiones
uno está operando por sí solo y en otras se complementan usando el cuerpo
calloso que los une como puente. Por mucho tiempo se pensaba que el hemisferio
izquierdo era el activo y el más valioso, mientras que el derecho aportaba
poco. Hoy en día se sabe que esto no es verdad. Los dos hemisferios son
igualmente importantes y cada uno tiene su función específica.
El hemisferio izquierdo está
a cargo del lenguaje digital, lineal, lógico y directo. Es el hemisferio
encargado del análisis, de las matemáticas y del razonamiento lógico. Éste
busca una explicación, tiene la memoria, procesa la parte consciente del
lenguaje, también se le llama el lado masculino.
El hemisferio derecho está
más dedicado a las imágenes, al lenguaje no verbal, el lenguaje paraverbal,
analógico, es el creativo, el soñador, intuitivo, sensitivo, poeta, simbólico,
procesa la parte del significado del lenguaje y a este se le denomina como el
lado femenino.
Como vemos los dos
hemisferios captan y procesan la información en forma diferente, sin embargo se
complementan entre sí y nos permiten tener una visión más amplia de nuestro
entorno y nuestras capacidades de comprensión.
Hay personas muy hábiles en
los negocios, en las matemáticas, en los cálculos, tienen una memoria
prodigiosa y es posible que tengan un buen empleo. Estas personas están usando
la mayor parte del tiempo el hemisferio izquierdo.
Por otro lado, un artista
que pinta cuadros maravillosos, es capaz de cautivarnos con colores y
tonalidades maravillosos. Seguramente es una persona intuitiva, sensible con un
gran sentido de la estética. Es posible que trabaje por su cuenta, gana poco o
gana mucho, eso no es de gran importancia para él. Esta persona está mayormente
usando el hemisferio derecho.
En las escuelas occidentales
se le da mayor desarrollo al hemisferio izquierdo. Casi toda la enseñanza entra
y es analizada por el hemisferio izquierdo. Afortunadamente poco a poco las
escuelas están incluyendo más actividades donde participe el hemisferio
derecho, como son el dibujo, el canto, las manualidades, actividades creativas,
teatro, danza, etc.
En oriente se enfatiza mucho
más el uso del hemisferio derecho sin negar el valor y la existencia del
hemisferio izquierdo. Oriente le da mayor importancia a la comprensión de la
esencia de los seres en un plano más abstracto y espiritual que científico.
Lo ideal por supuesto es
equilibrar los dos hemisferios, pues al utilizarlos es posible obtener una
mejor comprensión de lo que me rodea. Una pintura de Picasso la puedo ver con
el hemisferio izquierdo como caras deformes, o rayones sin sentido, mientras
que con el derecho podré admirar los colores, la creatividad y la fuerza que
tiene. El significado de un poema lo descifra el hemisferio derecho, nunca el
izquierdo. Acordarme del poema lo hace el izquierdo. Se complementan. El ballet
es otro buen ejemplo donde se complementan los dos hemisferios. Por un lado se
necesita disciplina y precisión; y por otro lado tiene mucha creatividad,
inspiración y estética.
A mayor desplazamiento entre
los dos hemisferios, mayor capacidad tendremos de entender al mundo y
disfrutarlo. También nos llevará a una flexibilidad mayor frente a diferentes
situaciones si podemos visualizar algo más que un blanco o un negro; hay muchos
tonos intermedios.
Integrar estas dos
polaridades es el factor que contribuirá a logros y creaciones sublimes. Al
utilizar las capacidades femeninas y masculinas hay una unidad y una armonía
holística. Para que cualquier tipo de aprendizaje sea significativo, deberá
incluir la acción y la función de las dos partes del cerebro. Cada uno
contempla y filtra la realidad de manera única y al unir las dos realidades se
logra una percepción más amplia y completa de la realidad.
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JaManza
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